martes, 17 de marzo de 2015

¿DÓNDE ESTÁ LA LITERATURA? José Lezama Lima

   La novela, sin embargo, como opina un teórico literario francés, Phillipe Sollers, es la forma en que habla toda una sociedad.
   Este género recoge el modelo bajo el que un grupo social se concibe a sí mismo y la forma en que se articula con el resto del mundo.
   Cualquiera que convierta su vida en un relato caerá en los afanes del artificio y de la ficción.
   Cada día nos enfrentamos a múltiples relatos, ya sea por las telenovelas, las noticias del periódico, los comerciales de la televisión (que contienen una narración aunque muy breve), los chismes, un partido de fútbol.
   Leer literatura, entonces, leer narrativa, es algo que nos resulta familiar porque desde niños hemos escuchado cuentos.
   Elementos sustanciales en nuestra búsqueda de la esencia de lo literario: la recepción, o sea, la respuesta del público ante una tragedia representada, la respuesta estética del lector ante un discurso o una situación expuesta por el autor, que se genera porque surge una identificación entre el que lee y algún personaje, aunque sea de manera parcial.
   El placer que resulta de la lectura o de la contemplación de un asunto doloroso nos conduce a lo que Aristóteles concebía como catarsis: suscitación de piedad y terror al mismo tiempo, lo cual debía ocurrir durante la representación de una tragedia.
   Una parte esencial de la naturaleza de lo literario es que despierta en el lector emociones encontradas (piedad y terror) y permite reconocerse a uno mismo en los errores que comete un personaje, en la flaqueza que aqueja al protagonista, en el acto combativo de otro, en la envidia que corroe a aquel carácter de segunda, en la injusticia que se ha cometido contra alguno.
   La novela origina una desfamiliarización absoluta y, por ello, reverberaciones interiores que no causaría una fotonovela, verbigracia, cuyo relato resultaría previsible en todo momento.

EL LENGUAJE LITERARIO
·         El lenguaje literario parte de un trabajo laborioso.
·         Las palabras contienen múltiples significados, que además despiertan en cada lector diversas posibilidades de contenido.
·         Lo que opone a la escritura con el habla es que aquélla siempre aparece como algo simbólico.
·         De ahí que los textos literarios siempre requieran de ser interpretados.
·         Por esto mismo la literatura nos atrae a todos, porque se trata de un discurso muy diferente al cotidiano y hablado, y obtiene una cualidad ficcional, ya se trate de una biografía o de un suceso real.
·         La destreza literaria reside en la manera en que se narra, como se ordenan los hechos, se trazan los caracteres de los personajes.
·         Leer literatura implicaba una especial pericia.
·         La literatura, después de todo, como todo arte, no sólo produce objetos y escritura bellos; lo escatológico, si se trata de Rabelais, Quevedo o del mismo Cervantes, se vuelve profundamente literario y gozoso.

EL INTERTEXTO
       Tomar de otros textos, ya sea en sentido paródico, serio o inconsciente, es llamado por los teóricos modernos de la literatura intertextualidad,* es decir, se trata de una especie de collage de otros libros que, en los casos citados, promueve la innovación.

EL LECTOR ANTE LA ESCRITURA
à Cuando uno lee, ¿qué se pregunta o qué espera del texto: la presentación del asunto, el desarrollo, la complicación, la crisis y finalmente la resolución? ¿Es preciso que para que el lector se involucre con el texto se le deba proporcionar información suficiente acerca de quién, qué, cuándo y por qué?
à El lector aguarda siempre con impaciencia el final de un texto, pero lo que de verdad lo atrapa es el discurso, la génesis de la historia.
LA DIGRESIÓN
v  La digresión en literatura, la suspensión de la acción, es un recurso estable.
v  El lenguaje nunca nos transmite directamente las experiencias vividas, pero las trasmuta en discurso y en ficción que, en definitiva, es lo que sucede con todo texto literario.
¿POR QUÉ SE LEE FICCIÓN?
Ø  La novela crea al mismo tiempo, la soledad y le permite salir de ella, el lector puede vivir las vidas posibles que le niegan su condición social, su época, sus insuficiencias personales o el azar.
Ø  La literatura engendra un universo sustituto en el que nos vemos reflejados en no pocas ocasiones.
Ø  El acto silencioso de la lectura nos aparta del mundo para entrar a otro, el círculo reiterado de nuestras vidas se rompe, aunque lo que leamos trate de personas hechas de nuestra misma sustancia, de existencias tristes y ordinarias.
LA LITERATURA, ¿NOS EDUCA?

­   Con el desarrollo de la novela que, como indicaré más adelante, es el género literario más moderno, se origina también una suerte de instrucción.

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